Y NO TENGO UNA RAZÓN (1)

 

 

Intuyo que algún día estarás enamorada nuevamente

Y mientras esperas que se lleven los restos del helado

Por si estuviese yo, casualmente, en la mesa de al lado

Un poco como al descuido mirarás subrepticiamente

 

Mientras el hombre con el que ahora compartes mesa

Te observará con ojos de carnero rendido y degollado

Y aún con tu mente distraída y pensando en otra cosa

No dejará de decir que de ti está realmente enamorado.

 

Un poco por azar y otro poco porque el sitio lo merece

Le has llevado al que un día fue nuestro refugio fiel

Notas que el  sentimiento de la  pena en tu pecho crece

Y el suflé te deja en la garganta un sabor como a hiel

 

Y escuchas, sin oír, las palabras de este hombre que te adora

Y piensas en mí y en donde y qué estaré haciendo ahora 

Los celos te consumen, y como es para ti un sentimiento ajeno

Te disgusta, al igual que odiabas encontrarte el sitio lleno

 

De personas que se limitaban a encargar la comanda

Devorando con ansia todo lo que le traían en el plato

Sin pausa ni descanso, comiendo tan sólo por pasar el rato

Sin prestar atención siquiera a las canciones de la banda

 

Que amenizó tantas veladas en las que compartimos

Un solo sentimiento, una cierta ilusión, y  algún bocado

En las cuales vinimos, nos sentamos, reímos y comimos

Enviando nuestras manos, a través de la piel, algún recado.

 

Con un ojo puesto en ese hombre  sentado frente a ti

Y con el otro dirigido hacia la puerta verde del local

Por si en algún momento me diese por entrar a mí

De la mano de alguna mujer de mirada angelical

 

Mucho más joven que tú esbelta y de porte primoroso

Vestida para la ocasión, de negro y con escote pronunciado

Con tacones de vértigo, que te obligan a un andar airoso

Pero también, so pena de caer al suelo,  caminar con cuidado

 

Te alimentas con la delicadeza de las que son princesas

Casi reinas, incólumes y etéreas como la luz del sol

Eternamente bellas y encerradas en jaula de cristal

Donde el pérfido orgullo suele guardar sus presas.

 

                                                                                         … SIGUE

 

Y NO TENGO UNA RAZÓN (2)

 

 

….CONTINÚA

 

Al final del convite, como suele pasar en estos casos

Ese hombre que ahora te quiere, un poquito azorado

Al fin y a la postre se atreve a dar hacia ti ese paso

Sacando del bolsillo de su abrigo un paquetito atado

 

Y te ofrece la joya que demuestra su amor y en su interior

Sueña con una vida junto a ti que no tenga final anticipado

Se imagina que ya nada le puede salir mal, se ve casado

Y olvida que el destino está marcado por un ser superior

 

Que nada entiende de amor ni de caricias, que nos somete

A pruebas de pasión que ni siquiera el propio dios soportaría

Y que no contento con marcarnos el camino, se entromete

Y da al traste con nuestras ilusiones, rompiendo la alegría.

 

Yo no te regalé ninguna joya y no tengo una razón

Para volver al restaurante en el que estás ahora

Con otro hombre que te quiere, de todo corazón

Y por lo que parece, más que amarte, te adora.

 

Pero si quieres conocer mi opinión, saber de verdad mi pensamiento

Sobre un futuro juntos, tú sabes que sin mi, tu vida no es la misma

Y que hubo un tiempo en el que compartimos un mismo sentimiento

Aunque en contrapartida no viésemos la vida bajo el mismo prisma.

 

La orquesta ya se ha ido y el camarero recoge los restos del banquete

Mientras apuras con fruición lo poco que te  queda del último pitillo

Con tan sólo una mano y con habilidad, has abierto el paquete

Y te asombras al ver que  lo que hay dentro es un bonito anillo

 

Exactamente igual al que yo te regalé en su día

Dos piedras engastadas en un lecho de oro

De un rojo sin igual, como sangre de toro

Que harían palidecer al sol de mediodía.-

 

Te levantas y vas directa el excusado, tratando de ocultar

A los ojos de todos que estás harta de parecer enamorada

No quieres creer ni por asomo que el día pueda terminar

Haciendo nuevamente el amor con la persona equivocada.-

 

Y el espejo del baño te devolverá tu imagen más doliente

Entre el vaho que deja sobre él el agua bien caliente

Que sale por el grifo que vierte sobre ti el líquido elemento

Que apagará tu sed, pero sin conseguir ahogar tus sentimientos.-

 

EN EL ROSAL DEL VIENTO

 

Hoy he vuelto a pensar en Dios pero no creas

Que haya sido por haber vuelto a la vida

O por tratar de curar el alma dividida

Partida en dos por un par de heridas feas.-

 

Lo que no he podido hacer ha sido musitar ni  una oración

De esas con las que nos martirizaban de chiquitos en el cole

Ni recitar de memoria, ni siquiera en voz baja, esa canción

Que nos hablaba de la existencia del cielo y de sus soles

 

Aplicados en su rol de estrellas permanentemente atadas

Por una fuerza mucho mas poderosa que la suya, ahítos

De nostalgia y dispuestos siempre  a volver a las andadas

Y defender su preciada posición aunque haya de ser a gritos.

 

Hoy he subido a la cima de la montaña del fracaso

Sobre  un rocín anémico y de escasa prestancia

Al final he recorrido así, el doble de distancia

Que emplea el sol desde que sale, hasta el ocaso

 

Y no todo lo que he visto desde arriba me ha entusiasmado

A pesar de lo que dicen, no siempre los paisajes son preciosos

Ni en cada una de  las cuevas de  la montaña habitan osos

Ni creo que todas las mamás del mundo a sus hijos han mimado

 

Cuando me da por observar, me quedo ensimismado

Atisbando la entereza de los que nada tienen

Los que un día se van y un mes más tarde vienen

Del más humilde de los barcos atados al sollado

 

En bendita comunión con los que surcaron esos mares

En busca de fortuna, y cuando la hubieron encontrado

Con toda suerte de joyas y llenos de dinero bien ganado

Se dieron cuenta que el gris blanqueaba ya sus alamares.

 

Y decidieron volver para entregar a la que fue su amada

La alianza más bonita que engarzar el orfebre consiguió

Hilo de oro con más de un millar de esmeraldas enlazadas

En una algarabía de colores y reflejos cuyo fin nadie vio

 

Pero la que fue su dama de corazones, ya se había marchado

Y tras dejar su casa, nadie cuidó la huerta y se agostó el rosal

Que cada año  protegía con agudas espinas la flor primaveral

Y que acaba por entregar a su amada, el que está enamorado.-

 

En el rosal del viento las flores son estelas anhelantes

Trozos de corazón que sueñan que son imprescindibles

Coro de voces que recitan “a capella” historias increíbles

Y relatos sonoros acerca de héroes, pero de los de antes

 

No como ahora, en que consideramos un héroe a cualquiera

Que nos salve aunque sea de pisar dentro del feo charco

Que siempre se forma en las calles, de agua de primavera

Y en el que desde luego, nunca cabrá, ni ha cabido un barco

 

A no ser que fuese tan grande, como para hacerle sombra al mar

Atiborrado de  agua, tan limpia y cristalina como cae del cielo

Contaminada y sucia al lavar todas las impurezas de ese suelo

Contra el que se precipita el hombre enamorado, cuando deja de amar.-

 

 

SÓLO SOMOS DOS AMANTES

 

Nunca se me ocurrió que pudiese amarte así, a lo loco,

Ni que estar lejos de ti me produciría dolor, un poco

Que bañarían mis mejillas lágrimas de amor, tampoco

Ni que te llevarías contigo mis penas, como hace  el siroco.-

 

Ven, toquemos el cielo como  hicimos aquella última vez,

Amanecí entre tus brazos, fuiste para mí como agua para pez

Y desperté en tu pecho ofreciéndote sólo a ti mi desnudez

No te dejaba irte, pero tú amor mío, perdonaste mi tozudez

 

Te besé en  la cara, con mis manos haciendo de pantalla

Para pedirte que me amases en seguida, y que dieses la talla

Te despertaste tú y casi dormido, empezamos la batalla

 Me quisiste decir no sé qué cosa y pensé ¿por qué no se calla?

 

Así que clausuré tiernamente tu boca con mis besos eternos

Me volví a refugiar entre tus brazos, tan frágiles, tan tiernos

Y así pasaron unas horas, en un reloj de diseño muy moderno

Sentí tu calidez sobre mi cuerpo, aunque afuera, era invierno.

 

Estar contigo a mi lado acelera mi corazón y lo encabrita

Solos tú y yo en la habitación, oigo una voz que me  grita

“Olvidémonos del tiempo”, y me doy cuenta que me irrita

Que no me hagas el amor, pues ver tu cuerpo me excita.

 

Si amar es desconectar los cables de la razón

Recordar esos momentos vividos con la pasión

Es dejar para otro rato lo que brinda la ocasión

Hacer pellas del amor, no hacer caso al corazón

 

No hay promesas que no debamos cumplir espero

Ni cadenas que nos unan con el pasado sincero

Sin pensar en  el futuro, estar junto a ti yo espero

Para que riegues mi alma, como si fueses tempero

 

Sé que vas a estar conmigo al menos al despertar

Y que en todas esas horas habrá tiempo para amar

Ayer fuiste mío, pero ahora te tienes que marchar

Somos sólo dos amantes que hoy cambiaron de lugar.

 

Yo te quiero junto a mí, si pudiese, eternamente

Ser amantes es muy poco, yo lo pienso realmente

Para encontrar más amor, te lo digo francamente

Habrá que poner la proa hacia un sitio diferente.-

 

Nunca pensé que podría amarte así, sin pausa y sin medida

Y temo tanto al huracán, como al momento de las despedidas

Mi corazón se parte de dolor, al ver que retomarás tu vida

Pero ese beso regalado antes de irte, me hace estar agradecida

 

Sé que no eres  del todo mío, que ahora también te iras

Me quedo contando los minutos, para ver cuando vendrás

Y así amarnos una y mil veces. “Está loca” pensarás

Pero como tantas otras cosas, tampoco me lo dirás.-

 

 Ser sólo amantes es poco, y debajo del cobertor,

Quiero compartir tu vida, mitigando mi dolor,

De que yo deje de amarte no tengas ningún temor

Sólo amantes, es verdad,  pero vaya pedazo de amor.

 

ALGO QUE ME DESESPERA

 

El alba se enamora de los cuerpos celestes que pueblan

El cielo cada amanecer y guarda para sí sus sentimientos

Esperando agazapada tras las nubes que llegue su momento

Para gritar su amor, cuando el viento haga huir a  la niebla.

 

Luego es el sol el que bebe los vientos por la Luna fugaz

Que tan solo vive de verdad cuando llega la noche

Aunque es cierto que de día alguna vez la verás

Su ausencia hasta el ocaso no es causa de reproche.-

 

Más allá del último planeta no hay signos de vida

Y es inútil buscar vestigios de pasión en ése espacio

Hay una zona al fondo del universo, prohibida

En la que los sueños se reproducen muy despacio

 

Y ninguna nave por moderna que sea es capaz de llegar

A donde ni los propios ángeles se atreven a viajar

Pese a que están dotados de las mejores alas

Y su viaje es rápido y certero como si fuesen balas

 

Percutidas por el mazo del olvido, en un postrer intento

De acortar el paso por delante del sol, aprovechando el viento

Sin hacer mucho caso de  las estrellas,  que a su paso sonríen

Y buscan entre sus infinitos pliegues un fanal que les guíe.

 

Es posible que el espacio existente entre tu alma y la mía

Estuviese poblado de ángeles que nunca dejaban de volar

Aunque también podría ser que diese la impresión que huían

Para no verse en la terrible situación de tener que afrontar

 

Una vida igual a la que a nosotros nos espera desde ahora

Sin mas recuerdos que los dejamos en un árbol grabados

Una fecha, un lugar, un tiempo, dos nombres y una hora

Y un solo corazón, deforme y  por una flecha atravesado.

 

Sabemos pues lo que cuesta el estar enamorado

Cuántos sueños se rompen al dejar de estarlo

Y  como la página del olvido hemos marcado

Aunque intuyo que a tí te costará aceptarlo

 

Ya hemos regresado a la soledad, que a veces te libera,

Pero que a mí me empuja hacia un negro porvenir

Sola y desamparada, no me queda otra que intentar vivir

Aunque hacerlo sin ti, mi amor, es algo que me desespera.

 

O TAL VEZ PARA ÉL

Apenas a  mitad de camino entre el amor más puro

Y el cariño más tierno, olvidados ya los malos ratos

Y habiendo dejado por siempre atrás el lado  oscuro

De una relación sobrada de reproches y recuerdos ingratos

 

Me he despertado de repente, añorando tu presencia ausente

Llorando como sólo sabe hacer el que todo ha perdido

Y busca entre los pliegues del destino un puerto diferente

Donde el barco en el que viaja sin cesar, sea bien recibido.

 

No sé donde estuvo nuestro fallo si es que al final fue eso

Lo que nos impidió el ser felices, entendiendo por esto

Una existencia juntos,  unidos como lo está el ratón al queso

O como el sol y el mar, el primero de ellos siempre dispuesto

 

A reflejarse cada día en las prístinas olas que mecen sin cesar

A todo aquel que se atreve a recorrer sin tregua el ancho mar

Buscando como un náufrago una isla, en la que nunca hay gente

Donde puede descansar del esfuerzo de nadar contra corriente.

 

Pero si tengo que dar una opinión que no sea un juicio de

intenciones

Y si para dejar de amar, al igual que para comenzar, hacen falta razones

Si la experiencia dice que el desamor a veces hace quebrar los corazones

En tanto que hay una parte de tu alma alimentándose tan sólo de ilusiones

Comenzaré diciendo que la vida sin ti es menos divertida

Y un poquito más negra que cuando el alba nos traía

Rayos de  luz a través de la ventana por el viento batida

Debiendo de cerrar los postigos, e incluso las celosías

 

So pena de enseñar a todo el mundo como aman

Dos personas que tienen el mismo sentimiento

Que pasan juntos la vida, que comparten la cama

Y tratan de  evitarse, si es posible, el sufrimiento.

 

Y seguiré diciendo que el guardián de lo oculto desconoce

En qué momento de nuestro pasado nos hicimos amigos

Y el motivo por el cual de vez en cuando nuestro amor renace

Y bajo el manto de la cordura, cuando llueve, busca abrigo.

 

Para que las gotas que caen del cielo en forma de cortina

No mojen el mensaje de amor escrito en una hoja de papel

Que ahíta de humedad se rompe y queda hecha una ruina

Sin saber si la misiva era para ella… o tal vez para él.-

 

No es grano de anís saber exactamente qué es el universo

Ni parece sencillo resolver la ecuación de dos amantes

Que tal vez porque no les dio por decir las cosas antes

Ahora deben de recurrir a pasarse sus mensajes en verso

 

De una forma pueril, pues la prosa es concisa y ordenada

En tanto la poesía es sutil y carece en absoluto de objetivo;

Lo que se escribe se suele hacer de una manera encadenada

En tanto que en los poemas se tiende a recalcar lo subjetivo

 

Que resulta el amarse sin que apenas nadie se dé cuenta

Sin hacer grandes alardes, sin recibir regalos ni presentes

Sin darse un atracón de esos besos que el amor alimentan

Y sobre todo sin llorar, cuando la otra parte se halla ausente.